sábado, 20 de agosto de 2016

Los hijos del mar- Pedro Feijoó

Simón Varela es un arquitecto de mediana edad que vive en Vigo y que sobrevive reparando gallineros y chiringuitos y barras de bar. Su vida es un poco tediosa hasta la llamada de Ernest, el asistente de la mujer más rica de Vigo. Ernest le llama en representación de Isabel Llobet, la viuda de Eneas Dafonte porque quiere que él remodele el jardín de su casa. Simón se sorprende porque Isabela sólo le quiere a él para hacer el trabajo pero a pesar de todo, él acepta realizar la faena junto con un ayudante que contrata. Ambos descubren varias inscripciones cerca de una fuente y Simón intenta recavar información pero Ernest no tiene ni idea de lo que habla pero los dos siguen trabajando y encuentran una cueva que contiene un cofre en el que hay una inscripción que reza "Para mis hijos".
Al día siguiente se encuentran a la policía en la casa: Isabel ha fallecido. Cuando Simón va al funeral conoce a los hijos de Isabel, Mariña y Julio y allí también se encuentra a uno de sus amigos de Barcelona, el inspector Bruno Rodés, al que hace 15 años que no ve pero que le cuenta que Xulio es uno de los traficantes más famoso de Vigo. En el mismo funeral Ernest va a hablar con Simón y le dice que les espera en la lectura del testamento ya que él es uno de sus herederos lo que deja a Simón a cuadros.
Durante la lectura del testamento los hijos reciben algunas propiedades, discuten, y Simón recibe una carta. Cuando el acto termina Simón se va con Mariña, que también ha recibido una moneda, a tomar un café. Al llegar a casa el arquitecto abre la carta y ve que contiene una lista de números y epígrafes. Al principio piensa que podría tratarse de una lista de asesinados por Eneas, ya que éste tenía relación con Franco, pero Mariña no quiere creerlo y deciden ir a una tienda de antigüedades.
El anticuario les atiende y les dice que la moneda tiene mucho valor y justo cuando salen de la tienda unos hombres los asaltan y les quitan la moneda. Más tarde el tendero va a verles y les cuenta la historia de la moneda: les habla de un tal Daniel que fue la persona que sabía que un tesoro estaba escondido en el Buraco do Inferno y que ese tal Daniel era su padre, que tuvo que cambiar de nombre por el peligro que tenía saber el secreto. Pero en ese sitio no hay dinero alguno...
Finalmente Simón y Mariña descubrirán gracias a los epígrafes que dejó Isabel dónde está ese tesoro y por qué tanta gente lo quería.
Realmente un libro que no recomiendo porque ni la historia me ha enganchado ni los personajes perdurarán en mi memoria.
Nota: 5
Lo mejor: La ironía de Simón, quizá es el personaje que tiene más miga.
Lo peor: La historia parece que vaya a contener un misterio o un crimen muy importante y truculento pero al final acaba siendo demasiado light e insulsa.

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