miércoles, 19 de octubre de 2011

Las cartas de la ayahuasca- William S. Burroughs & Allen Ginsberg


En Yonqui Burroughs especifica que se iba a ir en busca de la ayahuasca al sur de América y vaya si lo hizo. Como ya sabía este escritor se basaba en sus experiencias, tenía que sufrir en sus carnes los efectos del alcohol, drogas, sexo de todo tipo para poder relatarlo. Se ve que justamente por eso, Bukowski odiaba un poco a los beat, porque tenían que salir a la calle y ver, experimentar... para poder escribir.
En este libro se pueden leer algunas de las cartas que se enviaron Burroughs y Ginsberg desde 1953 hasta 1963, la mayoría de parte de Burroughs, en las que se explican mútuamente su búsqueda particular de esta droga. Yo hasta que no vi un reportaje en TVE 1 no tenía ni idea de lo que era esta droga. Se podría decir que es una droga que te produce experiencias sensoriales muy fuertes y diferentes a todas las drogas que existen, es alucinógena y se toma tras haberla cocido y colado, como si fuera un té. Proviene de países como Colombia, Ecuador, Perú... y eran los chamanes de las comunidades los que sabían prepararla.
Pues Bill, que se las sabía todas se va de viaje por Sudamérica y mientras va buscando, le envía cartas a su amigo Allen explicándole con todo lujo de detalles, y muchas veces de forma cómica, sus encuentros homosexuales, las sensaciones que tiene al tomar la droga (que me da la sensación que le decepciona un poco) o lo deprimente que le parecen los países y las gentes del lugar. Tras una serie de cartas (las primeras me resultaron muy interesantes), Ginsberg toma el relevo y también manda su correspondencia. ¡Su estilo es tan diferente! Por una parte va más al hecho, sin tanta parafernalia, pero por otra parece que esté escribiendo puesto de ayahuasca. ¡Madre mía, si dibujó hasta seres como El Vomitador! Tras sus cartas ya es una ida de cabeza descomunal y Burroughs le escribe usando la técnica de cut-ups, una paranoia total, animándole para que coja la carta, la desglose en segmentos y la reconstruya a su gusto, a ver qué entiende.
Tengo que confesar que estaba entre divertida y asustada de ver la locura (o genialidad) de sus mentes. Aunque el libro no me haya aportado gran cosa y crea que en un afán por vender ahora quieran publicar absolutamente todo sobre la Generación Beat sigo diciendo lo mismo: ¡cómo marcaron época estos poetas-escritores-pensadores!
Nota: 5'5
Lo mejor: Las primeras cartas y el estilo desenfadado de Burroughs. Dice lo que le viene en gana y a veces de una forma muy graciosa.
Lo peor: Pues eso, sólo me quedo con las primeras cartas. El libro en general no me ha aportado demasiado, pero bueno, siempre me gusta leer de todo.

sábado, 15 de octubre de 2011

Yonqui- William Burroughs


Como no me atreví a empezar por El almuerzo desnudo porque he escuchado muchas veces eso de que "es una locura" me decidí por uno de los primeros libros de Burroughs. El título es bastante explicativo, lo sé, pero es que Burroughs nos mete de lleno en lo que es la vida de un adicto de la forma más cruda que os podáis imaginar.
Habla desde la sabiduría y su propia experiencia, lo que lo hace incluso más duro. Vemos a un hombre que, carente de motivaciones, decide empezar a chutarse y que nos explica detalladamente todas las sensaciones que padece. Su relato asusta por lo real, quienes lo hayáis leído sabéis a qué me refiero. El tema del libro es claro y meridiano, la droga y sus consecuencias, pero es que a pesar de la simpleza de la historia (por decirlo así) Burroughs tiene una lucidez increíble al explicar sus correrías. Es impresionante cómo puedes sentir físicamente lo que te está explicando... esto, por supuesto, es malo porque a veces he tenido que parar de leer; me mareaba. Diría que muchas utiliza le mot juste y esto ha sido lo mejor del libro, sin duda, ¡qué capacidad de descripción tan precisa!
Debo tener un punto masoca porque a pesar de que las drogas no me llaman nada, el libro me ha parecido muy interesante. Creo que Burroughs no hubiera sido él sin todas estas vivencias. He tomado la lectura como el visionado de un documental: ves la dureza del mundo de los drogadictos, lo (tremendamente) mal que lo pasan con el mono, el oscuro mundo que los rodea y los peligros que conlleva meterse en un mundo tan mezquino.
Así que quien quiera bajar al subsuelo sólo para observar, recomendable. Quien no sienta ni un ápice de interés por drogatas y sus vicisitudes, obviable.
Nota: 6'5
Lo mejor: La lucidez y precisión de la prosa de Burroughs, me ha parecido increíble. Además es una lectura viva y fácil.
Lo peor: Lo he pasado un poco mal leyendo algunas de sus experiencias porque todo es tan sórdido y realista que no lo puedes evitar.

lunes, 3 de octubre de 2011

Octubre 2011- Beat Generation


A veces me pregunto por qué me gusta la generación beat o mejor dicho, por qué me atrae. Apenas he leído sus libros pero tengo en casa una suerte de especialista en este tipo de literatura y todo lo que me cuenta me fascina. En la universidad una de mis asignaturas favoritas fue "Contraculturas en los EE.UU" y aquí sí que tocamos un poco el tema de los beatniks, estos escritores de los años 50 que rechazaban lo que estaba establecido como normal y abusaban de drogas, alcohol, sexo... y en concreto el libro Yonqui de Burroughs.

Y me pregunto por qué me atraen tanto las vidas y las ideas de estos hombres porque yo no comulgo para nada con su forma de vivir. A lo mejor sí que me parecen apasionantes algunas de sus impresiones y formas de ver el mundo por que se salen tanto de la norma que llama la atención, y sobre todo me hacen reflexionar. Los integrantes de este "movimiento" fueron Allen Ginsberg, William Burroughs, Jack Kerouac y Neal Cassidy aunque diría que los más conocidos fueron Burroughs y Kerouac. Creo que todos los impulsores de movimientos que cambien la estética y la forma de ver la cultura, literatura... merecen ser tenidos en cuenta y los que integraron la generación beat abrieron las puertas a cambios muy importantes en la sociedad americana que tan estancada estaba.

Quería escoger El almuerzo desnudo pero voy a hacer caso a Phibs y voy a empezar con otro, a lo mejor éste es muy destroyer. Así que he escogido Yonqui de William Burroughs, Las cartas de ayahuasca (correspondencia entre Ginsberg y Burroughs) y Los subterráneos de Jack Kerouac que lo intenté leer el año pasado pero lo tuve que abandonar. Me estaba encantando pero era una lectura demasiado exigente como para estar leyéndola en el autobús.

Puede que este monográfico no os interese mucho pero yo espero disfrutarlo a tope y aprender mucho. Os dejo con una frase de Los subterráneos que si no es exactamente así, la parafraseo:

"¿Qué es lo que me espera en el camino que no elijo?"